sábado, 17 de octubre de 2009

Goa.

-De donde eres, senor?
-De Espana.
-Y cual es tu nombre?
-Luis
Me tiende la mano mirando con seriedad por debajo de la visera de su gorra de militar.
-Anita.
Lleva un sari de color azul brillante y el pelo negro recogido en una coleta que le llega a cintura. La piel es muy oscura, la cara casi tapada por la visera de la gorra. Le brillan los ojos, y los dientes blancos en su sonrisa.
Es hermosa.
-Estas casado?
-Yo no. Y tu?
-Tengo un novio-responde sin mucha conviccion. De pronto parece timida.
No tiene mas de quince, a lo mejor, dieciseis anos.

-Llevo bonitas joyas, Senor. Para tu mujer.
-Te dije que no estoy casado.
-Pues para tu novia, para tu madre, para tu hermana.
-No gracias, no me interesa.
-Senor, es mi pequeno negocio, por favor, no me hagas llorar.
-No te voy a comprar nada.
-Un tatuaje de jenna, senor, mira-y de un bolsito naranja que lleva al hombro saca una libretita que tiene una foto de la Opera House de Sydney en la portada (tan lejos), y empieza a ensenarme los modelos, dibujados con boligrafo azul en los papeles cuadriculados. Hay un escorpion, el Yin y el Yan, flores, delfines, estrellas...
-Un tatuaje senor, cual te gusta? son solo ciento cincuenta rupias (2 euros) .
-Es mucho. No.-Ahora se a quien me recuerda. Es Kim. En nina.
-Por favor senor, cien rupias, solo cien rupias.
-Me voy en veinte minutos, no te da tiempo a hacermelo.
-Un minuto, senor, solo tardo un minuto. Por favor senor, es mi pequeno negocio.
Elijo el tridente de Shiva.
-Cien rupias, senor, solo tardo un minuto. Donde lo quieres?, aqui o aqui-dice senalandome alternativamente el antebrazo y el hombro.
Le muestro el brazo.
-Aqui.
-No, mejor en el hombro. Levanta la camisa senor.
Me la levanto.
-Oh, eres muy peludo-dice riendose-no, no, aqui no puedo, mejor aqui-y me vuelve a coger el brazo-sientate senor, es solo un minuto.
-Nos sentamos en la arena de la playa con las piernas cruzadas mientras ella extiende la jenna sobre la piel con un palillo. Esta nerviosa. Concentrada. Dibuja con habililidad.
Alrededor se congregan los curiosos. Dos perros duermen tendidos en la arena.
-Eres una gran dibujante.
-Gracias senor-responde con una sonrisa que brilla como el sol-ten cuidado no te manches.
Hago ademan de levantarme.
-Ahora comprame una joya, senor. Para tu hermana, para tu madre.
-No, ya me has hecho el tatuaje.
-Yo te las enseno, son muy bonitas senor. Luego tu me compras una. Mira.
Y empieza a sacarme collares y a extendermelos encima de la pierna. Los hay plateados, dorados, de cuentas de colores.
-Mira senor, son muy bonitos, comprame uno senor.
-No, no quiero un collar.
-Este senor-y me ensena uno de cuentas naranjas que tiene una especie de punta de punal-este. Solo trescientas cincuenta rupias.
-Trescientas cincuenta? Es mucho. No quiero ningun collar.
-Trescientas, senor.
-Cien.
-Noto que empieza a ponerse nerviosa. Ya no sonrie como antes.
-Doscientas, senor, por favor, es mi pequeno negocio.
-Cien.
Empieza a ser mujer, pero aun tiene cara de nina. Piel oscura. Ojos achinados. Kim. Kim en nina.
-Cien. Pero llevate dos. Este y este-me ensena otro igual de color azul.
-Para que quiero dos?.
-Para tu madre, para tu novia.
-No, solo este. Cien?
-Mira al suelo.
-Esta bien. Cien.

Saco tres billetes de cien rupias, doblados para que se vea uno solo y se los doy.
Se los guarda.
Me mira y me sonrie.
-Me he dado cuenta, senor. Gracias. Eres un buen hombre.
Se acercan otras mujeres.
Una lleva un bebe gordito de ojos curiosos.
-Tengo cuatro hijos- me dice.
-Eres una mujer afortunada.
Se rie.
-Gracias senor, pero son todo chicos. Me hubiera gustado tener alguna nina.

Son mayores que Anita, pero mas jovenes que yo.
Son bellas, pero una patina de vejez empieza a extenderse sobre sus rostros.
Me viene a la memoria el primero de Los Cuentos de las Colinas...
O el soneto LVI de Shakespeare...
Quien te pone su amor en negra tinta?

-Comprame una joya senor. A ella le has dado trescientas rupias. Yo tengo marido e hijos. Ella no tiene nada.
-Lo siento. No puedo daros mas dinero. Hay mucha gente en la playa. Ve a buscar otras personas.
-No hay nadie en la playa senor. Solo tu. Los demas son indios. Los indios no compran.

Sugarglider. Colva Beach. Goa. 15/10/09

2 comentarios:

Josune dijo...

joder Luis. ¿se pueden sostener esas miradas?.´Cuidate. Besos.

Sugarglider dijo...

No queda otra...
Bsss